miércoles, 3 de febrero de 2010

Días de gitanos

From: 70kilos 257gramos
Date: Wed, 3 Feb 2010 02:57:49 +0000
------------------------------------------------------------------------------------------------------------ Llamada telefónica; diríjete al cole de Diego, parece que le ha entrado algo en el ojo, un líquido, un disolvente... algo. Llegamos la Abuelita y yo, el chico descansa con una gasa en el ojo izquierdo. Le han aplicado suero fisiológico. Me lo llevo a urgencias La Paz, infantil, seguimos a un anodino bedel por pasillos con franjas multicolor, nos cruzamos con sanos, con enfermos y un olor acre que entre medicamentos y agonías nos rodea. El chico se marea un poquito. Le quito ropa, hablamos mucho, me gusta su conversación, la Abuelita se relaja. Acabamos, la exploración concluye que está todo en bien.Me lo llevo a casa de los Abuelitos, Almudena me llama al teléfono - ¿ Qué le pasa a mi hermano? ¿ cómo está? Y saboreo ésa humanidad.- Está todo bien, no te preocupes, luego nos vemos.- Tííííííííííííííííííííííííóoooooooooooo ¿ me llevas en moto al Logos? Me hace ilusión, tienes que estar aquí antes de las cuatro. - Si, maldita sea, si.Y volamos, el ratón de cuarenta kilos y setenta kilos doscientos cincuenta y siete gramos sobre Lanegra, que nos lleva como un dragón alado de cualquier fantasía. Primera estación.Diego me pide que le lleve a fútbol, accedo, pero le exijo que ordene la habitación mientras Almudena y yo desaparecemos. Cumple. Disfruto de un entrenamiento de calidad y unos jugadores con mucha clase. Me llega un balón a los pies, chuto y hago el ridículo... Diego marca el último gol ante mi éxtasis final. Tremendo. Sube Almudena, " tío conduce a lo macarra, por favor" , implora. Mucho ruido y brusquedad, agárrate. Y volamos, el mujerón de cincuenta y dos kilos y setenta kilos y doscientos cincuenta y siete gramos.Llegamos, saca un paquete de chicles que realmente es un depósito clandestino de tabaco, me pide permiso, teorizo y se enciende el pucho, la muy lozana. Viene un chico bajo una montaña de granos y nos saludamos, Lucas, se llama. Aparece su novia, una pija absurda que admira mi ramplona Almudena, ay, qué error. La dejo, me desprecian y se van los tres.- ¡ Tííííííííííííííííííooooooo! ¿ me llevas a baloncesto en la motooooooo? Desde cualquier esquina de la casa me llega la voz de Marta.- Pues como no, vámonos.Y volamos, Marta se ciñe a mis bolsilos y disfruta en silencio del momento, se agarra como un koala.Majadahonda, donde los badenes vienen a ser ochomiles, culo arriba, culo abajo, la niña bota, el flaco bota, hacemos votos. Llegamos, me reencuentro con Almudena y el resto de niñas, recrimino a Almudena que ella y su amiga la pija no hayan pasado a buscar a su hermana. Da igual, hemos disfrutado los unos de los otros.Nacho no tenía que ir a ningún lado. Le beso, me despido de toda mi gente, mis gitanos del alma.
Noches con Jazzman.
Rasa, es un grupo de músicos que se han encontrado sin proponérselo en la ciudad. Son poliédricos y multidisciplinares, acústica de percusión y cuerda, tenemos " la tabla" - hindú- con hindú incorporado-, tenemos contrabajo, tenemos violín, tenemos guitarra. Falta viento y voz. Jazzman pide flauta y/ o armónica. Yo con una travesera de metal estoy pagado.El bar se llama Burbu está en la c/ Santiago, su camarera tiene unas curvas increíbles y una conversación cálida. Imposibles figuras de pitufos hinchadas de aire y hechas de multiglobos se encaraman al grifo de la cerveza. El lugar, a pesar de ésto último es muy elegante. Y llegamos tarde. La sala arde en sienciosa tensión, alguno deja llevar rítmicamente las suelas de sus zapatos o palmea distraidamente al compás, con ritmo y compás. Durante el concierto Leonardo, gaucho él y camarero del Eszenas los jueves y algún viernes presenta a los presentes, huelga decir que no grabo ningún nombre. El amigo de Jazzman es el contrabajo, antiguo novio de Möwgli, la música es tersa y cálida. Abunda en graves neutros, como base rítmica, Leo aclara que el vocalista no ha podido comparecer. ¡ Y a volar!.Algo se baila, dadas las dimensiones limitadas de éste hermoso local, al cual recomiendo visita al baño, indicativo indiscutible de la calidad del antro. Sin ganas de mear, no te puedes ir sin el baño visitar.Hay un grupo de incondicionales, son dos chicas que para mi decepción parecen novias, arrogantes, jóvenes, livianas ellas, se contonean de modo embriagador. Se ha acabado el concierto, y, como es menester, felicito a toooOOOoooda la banda, agradezco la aportación sonora y ellos no dejan de corresponder. Somos unos caballeros, salvo el violín.... es una mujer medio rapada y sonriente. La mamá de X, una niña gipiosa, atolondrada, que corretea en calcetines por el lugar. Una niña feliz y salvaje. La madre permanece resplandeciente, escuchando a sus interlocutores. Jazzman baila un chachachá al principio distridamente, después agarra a la niña y con sus muñecas en la mano, hace que rote su voltereta, espectacular, sonriente y huidízamente tímida.Pido un Brutal&Cola, que comparto con Jazzman y otros. Cierro, caminamos en mitad de la noche hacia Sol, donde el metro engullirá al hombre sin sombra ( como dijo el otro) en dirección a Entrevías, le espera preparación de paella y compromisos a pequeña escala con importantes amigos. Me sonrío observando lo ácrata del espíritu de éste Jazzman. Siempre he defendido la música en vivo como una de las mas gloriosas creacciones artísticas, pues el hecho de ir componiendo y exponiendo es simultáneo a lo efímero de dicho momento. No sé si te lo he explicado con sencillez. Todo está en orden.
70 kilos 257 gramos.