sábado, 30 de enero de 2010

Cómo fué

From: 70kilos 257gramos
Date: Sat, 30 Jan 2010 19:06:40 +0000



Tras descubrir que mi cobardía me creaba barreras para interactuar con otros humanos.

Manejaba Lanegra como huyendo de mi propia sombra, las rectas buscaban el punto de fuga, las curvas me hacían oscilar el cuerpo de modo pendular, con un eje definido desde la horizontal. Los cambios de rasante me recordaban que tengo aparato digestivo. Aire que choca contra el kevlar de mi casco, aire que hace que mis omóplatos crepiten pero de frío, aire, mi elemento.

Lanegra ruge, sobre las ochomil realizo el cambio, como decía el otro, cambio brusco, seco... sensaciones. Sol que no me deja ver, sol que me calienta la huida, el maravilloso sol de enero, especie en extinción. Cambio, engrano, sube, sube de vueltas, se queja, destellos lumínicos de sobrerégimen, flashflashflash, te veo, pero te busco el límite. A bordo no se fuma, abordo no se bebe, hoy. Se muta la forma humana y mecánica en un todo que han de funcionar al ciento por ciento. Un error no tiene cabida, un error apenas permite imaginar un mañana igual al ayer.

Ella es dócil dentro de lo desmedido de sus medidas, es un Mig de combate, fiel y leal a cada movimiento que mi puño, mis riñones, mi culo, mis pies y piernas orientan. Gran moto, gran día.

Hoy he comprendido con éste comportamiento de desafío hacia las normas de tráfico, radares y otros que ( temeridad no es lo mismo que valor)... y que la cobardía me encierra en un mundo limitado de posibilidades, cosa absolutamente incompatible con mi naturaleza y que me crea desazón, regodello y frustración, por ejemplo.

Ahora la tengo que contar que quizás, quizás, quizás me haga padrino de Mencía, cosaca llena de mundo interior que deseo me participe.

Impagables ambas sensaciones, pliego sábado. Te preguntas qué mierda tienen que ver; son las perlas que me confirman el privilegio de seguir vivo, que salen cosas curiosas por el transcurrir de la vida, wey.

70 kilos 257 gramos.



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